La ciudad de San Francisco cree que somos artistas rivales.
En realidad, somos depredadores luchando por el terreno de caza.
Nunca perseguimos la misma presa. Hasta la noche en que ambos pusimos los ojos en Mara Eldritch.
Shaw quiere usarla como peón en su retorcido juego.
Yo estoy obsesionado con ella por una razón diferente...
Ella me hace sentir cosas que nunca pensé que podría sentir. Querer cosas que nunca quise.
Sólo ella puede hacerme perder el control.
No sé si debo protegerla a toda costa... o destruirla antes de que me arruine.
Mara sabe que no soy un santo. Pero no tiene ni idea de que está bailando con el diablo...
Mil gracias a MD!
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