Leo, mi feroz protector, me habla a un nivel profundo del alma, como ningún otro que haya conocido.
Los tres insinúan algo más, pero no son los únicos que reclaman mi cuerpo. El mal acecha en las sombras del castillo, y también me quiere a mí.
Lucharé por mi libertad y huiré si es necesario, pero para ello tendré que dejar atrás parte de mi corazón. Sólo tengo la esperanza de que, si llega el caso, un día el destino nos vuelva a unir.
Mil gracias a SB!
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