Pensé que siempre lo estaría...
Hasta que desapareció.
Ese fatídico día en el que me apartó y se despidió tras nuestro primer beso, siempre ha permanecido en mi mente.
Siento que fue él quien huyó.
Pero la vida sigue adelante, se supone que yo también he seguido adelante, y pensaba que lo había hecho.
Hasta que él estrella su moto frente a mi casa.
Ahora necesita ayuda, aunque no la quiere de mí. Pero esta vez no le va a resultar tan sencillo deshacerse de mí.
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