Como supervivientes no solo de un accidente de avión, sino de otras dos tragedias imposibles, nos habíamos ganado con creces una vida en paz. Pero una y otra vez, se nos demostró que el destino no tenía intención de dárnosla.
Remi y yo éramos almas gemelas. Simple y llanamente. Nuestro amor debería haber muerto en las profundidades de nuestra oscuridad, pero el sol sigue existiendo incluso cuando no brilla.
Los secretos de nuestro pasado amenazaban con destruirnos a cada paso, pero por Remi nunca dejaría de luchar por nuestro futuro.
El mundo nos arrebató todo.
Y no nos detendríamos ante nada hasta recuperarlo todo, para siempre.
Mil gracias a SB!
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